Ángel Pardo. 6 de diciembre de 2012. Foto: JB
Gaya en el tiempo
No podemos
predecir lo que va a durar el último invento del hombre, producto de la
inteligencia, la cultura y la voluntad.
Sin
embargo, sentimos que mientras haya vida, habrá árboles. Y habrá árboles
precisamente porque el árbol no quiere ser más de lo que es. Eso, intuimos, esa
humildad y esa quietud suya es lo que hace su supervivencia.
Ramón Gaya
llegó a ser, como el árbol, humilde y pasivamente, lo que ya era de nacimiento.
Se cumplió con la lentitud, naturalidad y creencia con que crecen los árboles.
En el
tiempo, atenderá el árbol y al creador verdadero y recibirá su enseñanza aquél
de entre nosotros que no aspire a ser más de lo que es, el hombre con
nacimiento, necesidad y raíz para quien "todo lo que no es naturaleza, es mentira".
Ángel Pardo. Dic.2012
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