RG. El cucurucho. Gouache. 1994.(Final de la entrevista realizada por J.M. Bonet para ABC, 1996)
J.M.B. ¿A un pintor de veinte años, qué le recomendaría?
R.G. Primero tendría que ver lo que pinta. Le recomendaría sinceridad, y sobre todo humildad, mucha humildad. Dibujar muchísimo. Mirar con sinceridad y con atención. No pensar en galerías, ni en el dinero que va a pedir, no pensar en triunfar. No creer que está haciendo grandes obras.
Yo empecé a los diez años, y me ponía furioso porque la mano no me obedecía. Rompía, borraba. Lo que nunca me ha faltado es fe, fe en hacer algo. No sé si eso se verá. Si se ve, muy bien, y si no, pues también, porque estar cerca de la posibilidad de una obra de creación vale la pena, incluso aunque no sea nada más que asomarse a eso con sinceridad. Hacer un arte como el que se estila hoy, como el que se impone hoy, me parece... el enemigo público número uno. Siempre me he resistido a exponer, sólo en los últimos años lo he hecho. Antes de irme quisiera dejar unas cuantas cosas que encontrara más o menos... atinadas. Nada más.
De RAMÓN GAYA DE VIVA VOZ (Pre-Textos)
J.M.B. ¿A un pintor de veinte años, qué le recomendaría?
R.G. Primero tendría que ver lo que pinta. Le recomendaría sinceridad, y sobre todo humildad, mucha humildad. Dibujar muchísimo. Mirar con sinceridad y con atención. No pensar en galerías, ni en el dinero que va a pedir, no pensar en triunfar. No creer que está haciendo grandes obras.
Yo empecé a los diez años, y me ponía furioso porque la mano no me obedecía. Rompía, borraba. Lo que nunca me ha faltado es fe, fe en hacer algo. No sé si eso se verá. Si se ve, muy bien, y si no, pues también, porque estar cerca de la posibilidad de una obra de creación vale la pena, incluso aunque no sea nada más que asomarse a eso con sinceridad. Hacer un arte como el que se estila hoy, como el que se impone hoy, me parece... el enemigo público número uno. Siempre me he resistido a exponer, sólo en los últimos años lo he hecho. Antes de irme quisiera dejar unas cuantas cosas que encontrara más o menos... atinadas. Nada más.
De RAMÓN GAYA DE VIVA VOZ (Pre-Textos)
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