miércoles, 24 de diciembre de 2008

NUESTRA FELICIDAD

RG. La Escuela de Atenas. 1990

No, no venimos a ser felices ni desdichados, sino a cumplir con nuestro deber. Hallar cuál es el deber que se nos asignó y cumplirlo o esforzarse en cumplirlo, esa puede ser nuestra felicidad, o dicho de otro modo, nuestra tranquilidad.

Ramón Gaya. El extremoso deber del artista. México.1940.
Felicitación de Navidad del Museo Ramón Gaya.

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