Hoy hace cuatro años que murió Ramón Gaya, y ya hace unos seis que también interrumpió prácticamente su creación pictórica. Esta magnífica copa con jazmines fue una de sus últimas obras. Se interrumpió la creación de nuevas obras, pero su expresividad, su elocuencia a través de lo pictórico, no sólo no terminó, sino que aún nos tiene mucho que decir: él, claro, ya no está, pero a nosotros aún nos queda afinar el oído para seguir con el diálogo que nos proponía.
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