LA VALENTÍA COMO ENSEÑANZA

Tomás Segovia con Ramón Gaya. Murcia, 12 de oct. de 1990. Foto: JB

El Arte según Gaya salva la realidad, pero no le rinde culto. Su santidad, repito, consiste en el santo respeto a la santidad de lo real. En un siglo donde ser culto —o por lo menos culto moderno— consistía casi exclusivamente en ocultar aterrorizados nuestra perplejidad y nunca a ningún precio confesar “No entiendo”, Ramón Gaya sostuvo inflexiblemente esta otra concepción no sólo del Arte, sino del hombre, e incluso, dándole otra vuelta a esa tuerca suya, de la sociedad. Parecía imposible, y esa extraordinaria valentía era mucho más arriesgada que la de los vanguardistas de comienzos del siglo XX, combatidos por una burguesía decimonónica claudicante pero mimados por una nueva burguesía emergente que todavía nos los impone junto con todo lo que sigue imponiendo a nuestro mundo. Esa valentía es la parte espectacular de su enseñanza, la que justifica que le rindamos un poco de culto, con la prudencia necesaria pero sin demasiado peligro por ahora, puesto que sigue siendo un culto secreto.

Tomás Segovia. Fragmento de "Enseñanza de Ramón Gaya", texto leído el día 19 de abril de 2010 por Tomás Segovia en las jornadas sobre Ramón Gaya realizadas en Cajamurcia en con motivo del centenario del nacimiento del pintor.

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