R.G., El caminante, 1980
Si la realidad no fuese, no tuviese superficie, no podríamos, nosotros, ser
profundos; se nos da esa oportunidad: entrar en una corteza y descubrir
una sabia positiva.La realidad no es, a
penas, nada en sí misma, es sólo una proposición de otra cosa,
una invitación a otra cosa.
En la realidad no hay
nunca nada negativo. Y cuando nos parece toparlo, tropezarlo allí dentro, es
que no hemos sabido entender, comprender. Todo lo que encontramos negativo es
que lo hemos visto superficialmente; lo negativo es eso: una visión
superficial, una superficialidad. La realidad no puede ser negativa, cuando
topamos con lo negativo de ella es que no hemos llegado al centro, a lo central
de ella.
La realidad es caótica por fuera, negativa
por fuera, para que nosotros podamos encontrar su centro positivo, un punto centro,
su profundidad.
R.G. Diario de un pintor, 1952.
¡FELIZ VERANO!
Hasta septiembre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario