R.G. Río San Barnaba.Venecia, 1953
Tarde increíble de sol oro-viejo, coloreada, exaltada, con ese toque casi... triste en que va a parar siempre la alegría, cuando la alegría se excede y culmina y, claro, termina; tropieza al final con otra cosa que ya no es ella -la alegría-, y que... parece, al menos, quizá, por contraste, la tristeza.
LA SERENÍSIMA, 17 de mayo de 1963
No hay comentarios:
Publicar un comentario