FUNCIÓN DEL HOMENAJE

RG. Homenaje a Rembrandt. 1948

MÁS DIVAGACIONES A MEDIA VOZ EN TORNO A RAMÓN GAYA

por NIGEL DENNIS

“...un silence vaut mieux qu‘un langage.

PASCAL

PASEANDO POR EL LABERINTO (función del homenaje). Llama la atención la frecuencia con que los cuadros de Ramón Gaya se titulan homenajes. Muchas veces aparecen dentro de sus propios cuadros los cuadros de otros pintores. Vemos a menudo, por ejemplo, un libro abierto, una reproducción de algún dibujo posada en una mesa o pegada a una pared, el perfil de un rostro ya contemplado y captado por otro pintor... Esta tendencia alcanza a veces unos extremos sorprendentes: en los cariñosos pastiches, por ejemplo, que ha hecho de los “collages” de Picasso, o en las distintas recreaciones de Las Meninas. Su propósito es más bien simple, me parece: llamar la atención sobre la continuidad, a lo largo de la historia, de la Pintura, la Poesía, la Música... Es decir, que a medida que va explorando ese oscuro laberinto del “arte” (de la “cultura” y de sus manifestaciones y “productos” variopintos) Ramón Gaya se para de vez en cuando delante de algo, delante de un algo que no pertenece al pasado sino al presente, que es presencia. Se para a ver esas luces que brillan entre los oscuros escombros amontonados de la historia, entre la basura acumulada de la Historia, y nos dice simplemente: “Aquí hay algo que merece la pena”. Y así nos ofrece no un catálogo de maestros, sino un recuerdo y un aviso: que Van Eyck, Constable, Nietzsche, Juan Ramón Jiménez, Pastora Imperio, Fidias o Mozart son ejemplos que hay que tener muy presentes, de la persistencia, la supervivencia, la reaparición constante de la misteriosa, milagrosa creatividad. No es tanto que esas personas citadas hayan expresado la creatividad, como que la han encarnado, la han sido.

Del catálogo de la Exposición retrospectiva de Ramón Gaya en San Pío V de Valencia. 1984