sábado, 27 de junio de 2009

EL SILENCIO DE LA REALIDAD

Ramón Gaya. México. 1949


No, el arte, como vimos, no puede ser la expresión del hombre, sino una prolongación suya, de su ser, un más allá de su ser. Una prolongación que parece encaminarse muy decididamente hacia un lugar silencioso. El artista real y verdadero, el artista cierto, o sea, el creador absoluto no aspira a decir, a decirnos nada, a comunicarse con nosotros, sino que aspira, sencillamente y extrañamente al... Silencio, a un alto silencio. El artista no viene, pues, a actuar en el hombre, ni en lo que le sucede al hombre, sino a llevárselo de la historia -a salvarlo de la historia-, y devolvérselo a Él.
El arte grande desemboca siempre en un espacio silencioso, pues ha traspasado, sobrepasado la realidad y, más allá de la realidad no está la muerte, sino un silencio, el silencio de esa realidad, es decir, su... grandeza.

RG. De "Insistencias". Sin fecha.

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