Primera de las cuatro postales que llevaba la carta.
No sé por dónde empezar ni qué decirte; después de la primera sala me tuve que sentar porque me ahogaba; además, la gente empezaba a mirarme, pues se me llenaron los ojos de unas lágrimas que no comprendo del todo, quizá no era más que una envidia terrible, profundísima, pero quizá era un reconocimiento extremoso, no sé. Ya sabes que no me emociono fácilmente, y menos con el arte. ¡Pero esto! ¡250 dibujos de Rembrandt! ¡Qué tipo! ¡Qué asco! ¡Y todo de primer orden! Apenas si podría separar tres o cuatro dibujos que me gustasen menos.
Ramón Gaya. Carta -cuatro postales- a Salvador Moreno, desde Amsterdam. 1956.
Texto completo.
1 comentario:
Parece muy sentido o con mucho sentimiento, le debería gustar y muncho el susodicho Rembrandt
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