Ramón Gaya junto al castillo de Picasso en Aix en Provence. 1995. Foto: JB
Confundir “esquema” con “esencia” es, quizá, el traspié más grande y más
grave que ha dado la pintura de estos setenta años. Aparte de la
catástrofe de fondo que representa haber caído en una equivocación de
esas proporciones, resulta también muy patético, tratándose de una
pintura que aspiraba -como jamás desde Leonardo-, a lo consciente, a lo
inteligente, a lo “mentale”.
El esquema es siempre una reducción, una frívola y mísera abreviatura, un empobrecimiento, mientras que la esencia de algo es su riqueza máxima, su... totalidad: en la esencia no falta nada, en el esquema todo, o casi todo; en el esquema falta, precisamente, lo esencial.
El esquema es siempre una reducción, una frívola y mísera abreviatura, un empobrecimiento, mientras que la esencia de algo es su riqueza máxima, su... totalidad: en la esencia no falta nada, en el esquema todo, o casi todo; en el esquema falta, precisamente, lo esencial.
Ramón Gaya. De "Anotaciones para un posible homenaje a Cézanne" París. 1978.
1 comentario:
Un texto —perdonadme lo esquemático— esencial. Muchísimas gracias, como siempre.
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