Ponte Vecchio en septiembre, 1989.
Florencia, 26 de julio.
En Florencia, desde el primer momento, se percibe muy bien su voluntariedad y su laboriosidad magistrales. Estamos en pleno delirio de perfección; aquí todo ha sido llevado a cabo con una mezcla de inspirada osadía y ciencia pura- aunque flexible también-, una ciencia que supiera, en el momento justo, renunciar a su terquedad de ciencia y ceder a una especie de ... gracia. El simple trazado de un púlpito, o de una cantoría, o de una cornisa, o de un pedestal, o de un pozo, viene a ser aquí, por una parte, como la imposición de una ley, y por otra, como el dibujo de un capricho, casi de una locura, aunque... armoniosa.
R.G. Diario de un pintor, 1952.
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