miércoles, 7 de septiembre de 2011

EL "GROS ANIMAL" DE SIMONE WEIL

Simone Weil. Foto: Internet.



VERONA, 22 de julio de 1952

Clarita, que estima mucho a Concha, creo que lo pasa muy bien sirviéndonos un poco de “cicerone”. Es inteligente, atractiva, fina, y sobre todo, intensa, como es propio de la “raza calé”. Pero en nuestra relación con todo lo judaico -que tanto nos atrae siempre- solemos tropezar, de pronto, y como a mitad de camino, con una especie de barrera, de impedimento; es, diríase, como un nudo, o un pedrusco, o una pared, o un nublado. Podría quizá decirse que es como una... cerrazón. Claro que no sería en absoluto la cerrazón del cerril, de lo cerril, sino como una cerrazón superior: no de la mente, ni siquiera del espíritu, sino más bien como... del alma. Acaso sea, en definitiva, ese “gros animal”... religioso, de lo religioso, que verá Simone Weil en todo lo hebraico -y del que ni ella misma ha podido librarse por completo-, es decir, eso que viene a ser como una sustancia... animal... sin salida. Es como un... espesor de la sangre, un algo que, sin querer, lo taponara todo, lo cegara todo. Nosotros, los demás -los payos-, vivimos prisioneros también de nuestra correspondiente raza, de nuestra casta, de nuestra sustancia originaria, pero siempre con más libre albedrío, con muchas más infidelidades. Podemos, si nos viene en gana, faltar a nuestro ser, contradecirlo. No podemos, claro, dejar de ser lo que somos, pero sí podemos (aunque sólo sea un relámpago) descansar de serlo. El ser judío, en cambio, no tiene... interrupción alguna, vacaciones, descansos, entreactos, respiros, ocios.

Ramón Gaya. Del "Diario de un pintor. 1952-1953" OC Edt. Pretextos.




Simone Weil, la irregular. Trabajadora, filósofa 1909-1943
Un film de Florence Mauro, producido por Zadig Productions y Arte France. 2008










1 comentario:

Ángel Ruiz dijo...

Muchas gracias por poner el documental: me ha gustado mucho.