viernes, 27 de julio de 2012

LA BACANAL


 La Bacanal de Tiziano


La Bacanal de Rubens


LA BACANAL
 (Tiziano. Cadore, 1477-Venecia, 1576)


La figura de esta durmiente es de una plenitud y una lujosidad supremas, pero sin ningún exceso, sin ninguna explotación ilegal, escandalosa. Nos encontramos ante un desnudo muy justo, equidistante de una sensualidad y una pureza, sujeto a un equilibrio difícil entre la generosidad y la contención. En Rubens tropezamos siempre con un abuso de confianza plebeyo, y si no fuese por su esplendorosa salud, incluso nos resultaría pornográfico; pero la salud es vida, y así lo pornográfico queda, automáticamente excluido, ya que lo pornográfico es muerte, separación de la vida, abstracción.  Rubens es escandaloso, sí, pero acaba por salvar a sus figuras del ahogo pornográfico, no gracias a la belleza o al arte, sino gracias a su salud, a su felicidad. El equilibrio de Tiziano es mucho más secreto, y parece residir en un rincón más profundo de su ser, de su espíritu. Técnicamente, pictóricamente, el volumen de este cuerpo ha sido logrado sin los recursos del claroscuro, como sólo ha de lograr después Velázquez en su Venus del espejo y Manet ha de intentar lograrlo con propósito deliberado y postizo, es decir, sin autenticidad, en su aplastada Olimpia. Pero quizá tampoco se trata aquí, como pensábamos, de técnica, sino de sentimiento una vez más, una vez más espíritu; si se hubiese utilizado el claroscuro, podríamos llamarlo técnica, la técnica del claroscuro, pero su ausencia -que no es aquí un alarde-, se debe sin duda a un poder oculto, casi mágico.    


Ramón Gaya
México, 1955

viernes, 20 de julio de 2012

COINCIDENCIAS DE ACTITUD

Ramón Gaya mirando una fotografía con un relieve de G. Manzú. Valencia, 7 de febrero de 2004. Foto: JB


En casa del Manzú vi una serie que está haciendo de relieves -nada de encargo, completamente libre- que me impresionaron muchísimo; quizá, sí, está mucho más maduro que yo, más realizado, porque nada les perturba ni les distrae a esos seres... limitados a su... cerrazón plástica. Me sirve, no para seguirle como comprenderás, sino como un ejemplo, como una equivalencia que me fortalece, que me ayuda a seguir con lo mío. De temperamento, de naturaleza somos muy distintos, aunque coincidimos en una especie de actitud (frente al arte moderno, y en pertenecer uno y otro, a esa línea que yo llamo del sentimiento, para diferenciarla de la otra, más llevada hoy, de la expresividad).

Parte del texto de una carta escrita por Ramón Gaya a Juan Gil Albert. Otoño de 1957. Roma.

viernes, 13 de julio de 2012

O ANTE UNA COPA DE VINO

 Ramón Gaya. Detalle de "Homenaje a Tiziano". 1972.


De ahí que resulte tan erróneo hablar de moderno y antiguo cuando nos referimos al arte creador, ya que éste no conoce más tiempo que un presente absoluto. Claro que los historiadores y comentadores, en su honrada manía de historiar y comentar, se sentirán atraídos, sobre todo, por el arte artístico, por ese arte que sucede y existe en la caja continuada del tiempo, que es materia temporal y, por lo tanto, historiable, estudiable. Así, ese mismo estudioso que ante el vientre de una Danae de Tiziano -un vientre que más que por la luz y la sombra estará modelado por una especie de temblor, de palpitación-, o ante el vivo turbante de un Rey David de Rembrandt, o ante la temperatura justa de una mejilla pintada por Velázquez, no sabe qué decir -a no ser que, creyéndose en la obligación de hablar, de historiar, deje caer encima de todo ello, tapándolo, desfigurándolo, un cargamento de literatura ociosa-, veremos que delante de un Piero de la Francesca, de un Cézanne, puede, muy juiciosamente, llenar páginas y páginas, ya que se trata de dos grandes figuras de materia histórica, de dos grandes innovadores y planteadores de problemas, de dos violentadores, de dos conquistadores, de dos fundadores; se trata, en fin, de dos genios claves, determinantes; genios que saben inventar e imponer caminos, leyes, puertas, perspectivas; genios que actúan sobre el porvenir, o sea, que actúan en la vida como si ésta ya fuese la historia, que actúan sin presente, sin encarnación.

Ramón Gaya. De: "El inventor de la Gioconda". 1963. O.C. Edt. Pre-Textos.

Texto completo.-


 Ramón Gaya. "Homenaje a Tiziano". 1972.


"Danae" de Tiziano

viernes, 6 de julio de 2012

EN EL MNCARS

Ramón Gaya en un momento de la inauguración en el MNCARS. 29 de abril de 2003. Foto: JB


El día 29 de abril de 2003 se inauguraba en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía la exposición dedicada a Ramón Gaya, primer Premio Velázquez de pintura.