Ramón Gaya. Copa con perejil. Hacia 1998.
VUELTO HACIA SÍ
A Cristóbal Hall
Era todo ignorancia
luminosa, y había
como un huerto confuso
derramado en la vida.
Cada cosa era un friso
que adelanta los brazos
entreabiertos, carnosos,
y se vuelve a su mármol.
Todo estaba tan cerca
de expresarse, que el suelo
era igual que una historia,
y el estío era un templo.
Pero no, no eran seres
como símbolos pobres,
eran cosas colmadas
de sí mismas, sin nombre.
Y de pronto, aquí están:
son los hechos totales,
los relieves, los actos,
son, por fin, las verdades.
Ya no estamos nosotros;
el vivir es quien gana,
quien consuela a pedazos,
quien se hunde y se alza.
Comprendemos entonces
que la dicha y la pena
sólo son realidades,
una misma materia.
Conocer una cosa
es igual que alejarnos,
es perderla del todo,
destruirla en las manos
Y de pronto, se sabe
que hay ventanas adentro,
que hay un brote, un origen
acallado en el pecho.
Vuelve a ser ignorancia,
vuelve a ser como un huerto.
luminosa, y había
como un huerto confuso
derramado en la vida.
Cada cosa era un friso
que adelanta los brazos
entreabiertos, carnosos,
y se vuelve a su mármol.
Todo estaba tan cerca
de expresarse, que el suelo
era igual que una historia,
y el estío era un templo.
Pero no, no eran seres
como símbolos pobres,
eran cosas colmadas
de sí mismas, sin nombre.
Y de pronto, aquí están:
son los hechos totales,
los relieves, los actos,
son, por fin, las verdades.
Ya no estamos nosotros;
el vivir es quien gana,
quien consuela a pedazos,
quien se hunde y se alza.
Comprendemos entonces
que la dicha y la pena
sólo son realidades,
una misma materia.
Conocer una cosa
es igual que alejarnos,
es perderla del todo,
destruirla en las manos
Y de pronto, se sabe
que hay ventanas adentro,
que hay un brote, un origen
acallado en el pecho.
Vuelve a ser ignorancia,
vuelve a ser como un huerto.
Ramón Gaya. OC. Pretextos.
1 comentario:
BREVE ANOTACIÓN SOBRE RAMÓN GAYA
http://juangregorioaviles.wordpress.com/2011/07/02/breve-anotacion-sobre-ramon-gaya/
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